El director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, afirmó hoy que América Latina demuestra que la protección social que desarrolló la región es un aliado para reducir el hambre mundial.
«Hemos aprendido de América Latina que la protección social ayuda mucho» (para combatir el hambre), dijo Da Silva en la presentación del informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria publicado por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El texto revela que en América Latina la prevalencia de la subalimentación cayó del 13,9 % en 1990-1992 a menos del 5 % en 2014-2016, mientras que el número de personas subalimentadas se redujo desde 58 millones hasta menos de 27 millones.
«América Latina ha superado ampliamente tanto la primera meta de los Objetivos del Milenio como de la Cumbre Mundial sobre Alimentación (CMA)», destaca el informe en referencia a los dos propósitos de la ONU de reducir a la mitad el porcentaje de personas que sufren hambre y de personas desnutridas.
Los avances globales en la región se deben, según la ONU, a «los buenos resultados económicos generales, el crecimiento constante de la producción agrícola y la aplicación satisfactoria de políticas de protección social».
También contribuyeron la combinación de redes de seguridad con programas especiales para agricultores familiares y pequeños productores y el apoyo específico a grupos vulnerables, junto con intervenciones de seguridad alimentaria, entre los que destacó «los programas de alimentación escolar».
Sin embargo, se observan diferencias importantes entre los países y regiones, pues mientras que América del Sur logró reducir la subalimentación en más del 75 %, la prevalencia en América Central disminuyó en un 38,2 %».
Las tres agencias de Naciones Unidas concluyeron que el objetivo de reducción del hambre se cumplió en Argentina, Brasil, Chile, Guyana, Nicaragua, Perú, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Panamá y Surinam.
Añade que Colombia, Ecuador, Honduras y Paraguay están «en camino» de alcanzar la meta «durante los próximos años si mantienen las tendencias actuales», mientras que Guatemala o El Salvador «no parecen estar en la vía de conseguir las metas internacionales».
Ni América Central ni el Caribe la alcanzaron, aunque «la carga del hambre en casi todos los países del Caribe es menor y, por tanto, resulta más manejable», ya que cayó del 27 % en 1990-92 al 19,8 % en 2014-16.
Por países, sí lo consiguieron Barbados, Cuba, la República Dominicana y San Vicente y las Granadinas, mientras que Jamaica y Trinidad y Tobago «también están muy próximos a alcanzar la meta de los ODM».
En la región caribeña, es Haití el mayor responsable del atraso, «país afectado por catástrofes naturales recurrentes y caracterizado por el crecimiento aún lento de la disponibilidad de alimentos con respecto al crecimiento de la población».
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