Por Rosario Espinal
Siempre dijo que gobernaría por cuatro años y se iría a su casa satisfecho de la misión cumplida, pero ahora abrió la interrogante. Danilo Medina habló de tomar una decisión definitiva en la fecha fatal, si fuese necesario; es decir, el próximo año.
No afirmó que buscaría la reelección; y de hecho, mencionar la fecha fatal fue una manera de decir que no se repostulará. De todas maneras, su planteamiento, por primera vez ambiguo, tiene consecuencias importantes en el PLD. Crea incertidumbre entre los precandidatos, deja en el limbo político a muchos activistas, y abre el abanico de candidaturas presidenciales en ese partido.
No creo que Danilo Medina buscará una repostulación porque políticamente tiene más por perder que ganar, pero si la piña se pone agria para el PLD ante una eventual fortaleza de la oposición (que ahora mismo no existe), ya está abierta la puerta de la reelección
Para comenzar, los precandidatos del PLD tienen ahora que montar sus campañas con la interrogante de sí Medina irá o no. Eso limita el accionar entusiasta de los aspirantes y mantendrá las fuerzas electorales del PLD un tanto constreñidas.
Por otro lado, para beneficio de Medina, su declaración mantiene enfilados en el gobierno a muchos peledeístas, que de saber definitivamente que Medina no irá, se colocarían desde ya con algún precandidato. Como resultado, las declaraciones de Medina bajan por el momento el nivel de euforia y activismo electoral entre los peledeístas, y en el país en sentido general.
Tres razones fundamentales se mencionan para señalar que Medina no buscará una respostulación. Que es un hombre de palabra y ha dicho que no va, que necesita los votos de los legisladores de Leonel Fernández para modificar la Constitución y no los conseguirá, y que no necesita una aventura reeleccionista porque con su alta popularidad puede volver tranquilo en el 2020.
De esas tres, la primera no tiene fuerte precedente en República Dominicana ya que quienes más repitieron que no se repostularían (Joaquín Balaguer e Hipólito Mejía) lo hicieron. Las otras dos tienen más peso porque para una modificación constitucional, Medina necesitaría ciertamente el apoyo de Fernández y también de algunos legisladores de la oposición. Todo eso tiene un costo económico y político.
Paradójicamente, a quien más le conviene una modificación constitucional y la respostulación de Medina es a Leonel Fernández. Eso le daría más tiempo para recuperar el capital político perdido durante su último gobierno; Medina dejaría una Constitución con posibilidad de repostulación, de manera que si Fernández volviera al poder en el 2020, tendría la posibilidad de repostularse en el 2024; y Medina quedaría desvalorizado como un politiquero más que no cumple con su palabra.
Pero hay un asunto más importante para el PLD en las recientes declaraciones de Medina. Si surgiera una opción electoral opositora con posibilidades de triunfo, el mejor candidato del PLD para enfrentarla en el 2016 sería Danilo Medina. Por eso, al dejar entreabierta la posibilidad de una repostulación, Medina expandió el abanico de candidaturas presidenciales en el PLD, y ese es el único escenario en que el Comité Político de su partido contemplaría la reelección.
No creo que Danilo Medina buscará una repostulación porque políticamente tiene más por perder que ganar, pero si la piña se pone agria para el PLD ante una eventual fortaleza de la oposición (que ahora mismo no existe), ya está abierta la puerta de la reelección.
Novato no es en política, como ha dicho el propio Medina; y la Constitución Dominicana sigue siendo, lamentablemente, un pedazo de papel que se cambia a conveniencia de los más fuertes. Por eso el tema de la reelección vuelve y vuelve, y han sido muchos los aventureros que la han impuesto hasta con rechazo del pueblo.