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Opinión

Un nuevo Papa: ¿criollo y socialmente reformador?

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Por Narciso Isa Conde

Al inicio de este texto, para evitar toda distorsión y/o manipulación del mismo, vale recordar mis convicciones filosóficas y políticas.

Soy militante comunista desde 1962, previas lecturas y vivencias relacionadas con literatura y prácticas inspiradas en teorías socialistas vinculadas a la evolución del pensamiento científico de la humanidad. Tempranamente opté por la emancipación de los/as trabajadores/as y de la humanidad del yugo del capital y de todas las opresiones y discriminaciones.

Superé convicciones religiosas en mi adolescencia, antes de concluir mis estudios de bachillerato en el Colegio La Salle y poco después de cursar el primer año de la Escuela Normal (pública) de Puerto Plata.

No creo en seres supremos, ni humanos ni divinos.

Respeto todas las creencias y tengo mis propias convicciones sobre el origen del universo, de la vida y de la humanidad, al margen de los dioses creados por los seres humanos.

No asumo dogmas, ni calcos ni copias.

Nada humano me es ajeno

Frente a los dogmas de cualquier signo prefiero asumir la herejía y optar por la creación heroica.

Milito en el socialismo científico y en el ideal comunista en permanente evolución y transformación.

Soy anticapitalista, antiimperialista, comunista toda la vida. Un comunista de múltiples cepas: Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Mao, Gramsci, Ho Chi Ming, Mariátegui, Che, Fidel, Jorge Beinstein, Iñaki Gil de San Vicente, Néstor Kohan, feminismo socialista, ambientalismo socialista, teoría de la colonialidad…entre otras.

Soy de la escuela del Partido Comunista Dominicano-PCD, independiente de todo centro hegemónico, herético, pionero en este país del diálogo entre marxistas y cristianos, aliado consecuente del cristianismo y del islamismo revolucionario y antiimperialista: practicante de la unidad en profundidad con todas las expresiones anticapitalistas, del socialismo ambientalista y la teología de la liberación.

Agradezco profundamente la valiosa solidaridad que me brindaron sectores de base de la iglesia católica que en periodos de alta peligrosidad ayudaron a nuestro partido a impedir que me asesinaran.

Nunca he fingido ser cristiano ni ocultado mis convicciones comunistas. Sí he

respetado, respaldado y valorado la unidad y la solidaridad mutua en las relaciones con los cristianos y creyentes de otras religiones, comprometidos/as con la liberación de la pobrecía, la justicia y la dignidad de los seres humanos.

Ahora paso al tema central que motiva este artículo.

· EL NUEVO PAPA.

La historia familiar de Robert Francis Prevost Martínez, el Papa León XIV, según fuentes calificadas. es una historia que relaciona Louisiana, Haití, España y el amplio y diverso mundo criollo, íntimamente ligada a la herencia de los criollos, negros y mulatos de Louisiana,

Su madre, Mildred Agnes Martínez, nació el 30 de diciembre de 1911 en Chicago y se casó con Louis M. Prevost de padre nacido en Haití.

La tía materna de Mildred, Margaret Martínez, fue registrada como negra al nacer de la unión Joseph N. Martínez nacido en Haití y Louise Baquie, en Lousiana.

En 1900, Joseph, Louise y sus hijos estaban registrados como negros. Joseph, fabricante de puros, declaró haber nacido en Haití y sus dos padres en Luisiana,

La abuela materna del actual Papa XIV, Louise Baquie, descendía de una familia criolla de Luisiana.

En cuanto a su padre, Louis Prevost nació en Chicago, hijo de Jean Lanti PREVOST, cuyas raíces se extendían hasta los históricos territorios franceses de Luisiana.

El apellido PREVOST está vinculado a las primeras familias criollas de Luisiana.

Esta identidad criolla, profundamente arraigada en el catolicismo, el multilingüismo y la herencia afrocaribeña, se ha visto moldeada durante mucho tiempo por la singular relación entre Luisiana y Haití.

A todas luces el nuevo Papa es de una familia multicultural, multilingüe y migrante, lo que le facilita entender tanto el fenómeno socio-económico de la multiculturalidad, como también la defensa de los derechos de ese sector de las sociedades sujeto a discriminaciones y exclusiones abusivas.

Estas tres cualidades en la conformación de su historia familiar no necesariamente permiten atribuirle al nuevo Papa una conciencia intercultural, aunque ciertamente de seguro le debe haber ayudado a tomar conciencia y aceptar la diversidad cultural como un dato de la realidad, a valorarla y a auspiciar la compatibilidad entre ellas.

Con esa conciencia de lo multicultural y del respeto a las reivindicaciones de todas ellas, no se nace. No es genético. Más bien se adquiere a través de vivencias, socializaciones y procesos formativos, y luego se asume como fenómeno inter y transcultural.

En esa proyección estratégica intercultural del tema -en caso de ser confirmada y desplegada durante la gestión papal de Robert Francis Presos Martínez- podría tener ciertamente influencia su historia familiar, pero me parece que podría ser mas determinante su experiencia de vida en EEUU, íntimamente relacionada con las culturas criollas de Louisiana y con el conocimiento de las mismas. Igual con lo vivido y aprendido en sus misiones internacionales y, sobre todo, con su estancia de 40 años en el Perú profundo, junto a los pueblos originarios y a las luchas contra brutales desigualdades sociales, abusos y crueldades políticas.

Su elección como Papa sienta bases no solo para una afirmación de la verdad histórica de la multiculturalidad, sino además para aportar desde una iglesia con mucha influencia en el hemisferio occidental, pero con muchas esencias conservadoras y ultra conservadoras, para una reivindicación de alto vuelo, puesto que León XIV es ahora un Papa nacido en América con una historia que es también la historia de la América criolla: compleja, multilingüe, multirracial y multicultural.

· HISTORIAL EN PERÚ.

De acuerdo a un valioso reportaje de TELESUR titulado MÁS PERUANO QUE ESTADOUNIDENSE: LEÓN XIV ENFRENTÓ AL FUJIMORISMO, A BOLUARTE Y AL SODALICIO, el nuevo Papa llegó al Norte de Perú en 1985 e inició sus tareas como pastor en el Departamento de Piura, fronterizo con Ecuador y ubicado al Norte de Chiclayo.

Tenía 33 años cuando fue asignado a cumplir trabajo pastoral en las comunidades de la región andina de Apurímac y en la amazónica de Iquitos, con sectores amplios de la población campesina e indígena con altos índices de abandono por parte del Estado y expoliación por parte de las aristocracias locales empobrecedoras.

Desempeñó dichas funciones entre 1988 y 1998 en un período muy duro en el que el Perú.

Enfrentó la etapa más cruda de la insurgencia indígena-guerrillera y la represión generalizada de las fuerzas armadas, que incluyó secuestros, desapariciones y acciones del escuadrón de la muerte “Colina”, compuesta por agentes del Ejército, cuyas actividades homicidas autorizó el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).

Las informaciones ofrecidas por TELESUR en el referido reportaje, dan cuenta que el sacerdote Robert Francis Prevost Martínez se manifestó en reiteradas ocasiones contra el exmandatario que antes de morir acumuló 5 condenas, algunas por delitos de lesa humanidad, y penas de por más de 52 años y medio de prisión.

También enfrentó la ultraconservadora agrupación SODALICIO, organización religiosa formada por laicos y sacerdotes católicos, que llegó a contar con unos 20.000 miembros en América Latina y Estados Unidos.

Esa organización fue investigada durante años por denuncias de presuntos abusos sexuales y psicológicos y denunciada por la apropiación de más de diez mil hectáreas usurpadas a los campesinos pobres de Piura y luego comercializadas por esa organización ultraderechista.

El sacerdote misionero, ahora Papa, no sólo acompañó a los campesinos, sino que fue clave para que el Papa Francisco tuviera un expediente sólido para hacer cesar en funciones a José Antonio Eguren como arzobispo de Piura, protector de esos delitos, y disolver SOLDALICIO. .

Antes de ser nombrado Cardenal por el propio Francisco, Prevost también desaprobó públicamente las acciones tomadas por la presidenta no electa Dina Boluarte, quien ejerció crueles represiones contra las masivas movilizaciones que denunciaban su llegada al poder mediante un golpe de Estado al expresidente Pedro Castillo.

De acuerdo a cifras oficiales, consolidadas en base a datos de las propias fuerzas del Ejército y la Policía Nacional, al menos 49 manifestantes fueron asesinados como consecuencia de la acción represiva entre diciembre de 2022 y marzo de 2023.

Cuando ya Prevost era obispo de Chiclayo y había sido llamado a Roma en enero de 2023, ante la gravedad de la violencia gubernamental contra los manifestantes que ejercían su derecho a la disidencia, decidió quedarse un tiempo más en Perú con permiso del papa Francisco.

Luego en la Santa Sede, Francisco le asignó a Prevost una de las tareas de más importancia en la Curia Romana: dirigir la Pontificia Comisión para América Latina y el Dicasterio para los Obispos. Este último es el órgano encargado de analizar y aprobar el nombramiento de prácticamente todos los obispos del mundo, con excepción de las Iglesias orientales.

Esta elección decía mucho de la confianza de Francisco en Prevost. Se necesita a alguien con un sólido perfil canónico, sensibilidad pastoral y, sobre todo, lealtad a la visión del pontífice para prolongar su legado; virtudes que el difunto Papa parece haber visto en el que en adelante será su sucesor.

El nuevo Papa fue electo con todos los votos de los cardenales designados por el Papa Francisco, quien evidentemente fue previsor de la necesidad de una sucesión no conservadora, todavía por confirmarse su alcance y profundidad

· ¿POR QUÉ LEON XIV?

Salvatore Cernuzio, en un extenso reportaje publicado el 10 de mayo del 2025 en el portal VATICAN NEW, titulado “TOMÉ MI NOMBRE LEÓN DE QUIEN AFRONTÓ LA DEFENSA DE LA DIGNIDAD, LA JUSTICIA Y EL TRABAJO”, informó del intercambio del Papa con todos los cardenales que lo eligieron. De ese texto tomo algunas de las incidencias que estimo importante destacar.

León XIV, nombre (pontificio), ilustra al parecer todo un programa social.

El mismo Papa Prevost explicó el «motivo principal» de esta elección en ese primer encuentro con todos los cardenales del Sacro Colegio, recibidos a puerta cerrada en el Aula del Sínodo. Es decir, su clara referencia a León XIII que, a finales del siglo XIX, con la histórica encíclica Rerum Novarum «afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial».

Hoy –según el nuevo Papa- “la Iglesia ofrece su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”.

Así pues, esta referencia a León XIII se ha afirmado que es un puente entre el pasado y el presente, mirando hacia el futuro.

Todo esto montado en “la estela del Concilio Vaticano II”, al que el Papa pidió a sus colaboradores más cercanos “adherirse plenamente”, recogiendo el fuerte legado del Papa Francisco.

De la primera exhortación apostólica, hoja de ruta del pontificado de Bergoglio, el Papa León XIV subrayó algunos puntos fundamentales: «el retorno al primado de Cristo en el anuncio», la “conversión misionera de toda la comunidad cristiana”, el “cuidado amoroso de los últimos y descartados” y “el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diversos componentes y realidades».

El Papa recién elegido pidió ser acompañado por sus hermanos cardenales, para que le sostengan «a la hora de aceptar un yugo que evidentemente supera mis fuerzas y las de cualquier otro»

Recordó también el «estilo de Francisco: de plena entrega en el servicio y de sobria esencialidad en la vida, demandando recoger “esta valiosa herencia y retomemos el camino”.

Antes del Papa, el cardenal Re tomó la palabra y dirigió un saludo, en el que recordó inmediatamente «el entusiasmo con el que el mundo acogió su elección como Sucesor de Pedro».

“El mundo entero – afirmó el Cardenal Re- se alegró, pero nosotros también nos alegramos y valoré la alegría del Perú, que decía: ¡Nuestro Papa, nuestro Papa!”. Y concluyó exhortando, en nombre de todos, a que colaboren “para que la Iglesia sea arca de salvación y también faro en la oscuridad de la noche», especialmente en un momento histórico en el que «el mundo está atenazado por tantas guerras que desgraciadamente no quieren terminar, a pesar de las muertes y la destrucción».

· CONCLUSIONES:

Así la cosas, todo parece indicar que el Papa León XIV apunta en seis direcciones más o menos definidas:

1. Defensa de los/as migrantes y combate a la exacerbación de la xenofobia y el racismo.

2. Ataque a las causas e impactos del cambio climático y las políticas ecocidas, incluida la asunción de la encíclica LAUDATO, SI

3. Reivindicación de la doctrina social de la Iglesia Católica y opción en favor de los/as empobrecidos/as y excluidos/as.

4. Contra las guerras y por la paz.

5. Impulso a la alianza ecuménica entre diversas religiones e iglesias a escala planetaria en torno a temas importantes para la humanidad.

6. Sobriedad eclesial e intensificación de la misión pastoral junto al pueblo humilde y trabajador,

Otros temas importantes tocados por el Papa Francisco en forma muy limitada y personal, no institucional (sobre el respeto a las convicciones comunistas, el rechazo categórico al neofascismo, la aceptación de la diversidad en materia de orientación sexual, los derechos de la mujer, la dominación capitalista-imperialista y las brutales desigualdades sociales en la actualidad…); o sencillamente obviados o ratificados desde el conservadurismo eclesial extremo (ideología patriarcal, teoría de género, sacerdocio femenino, aborto terapéutico, educación sexual, concordatos, laicismo estatal…), no han sido abordados por el nuevo Papa.

No hay referencia ni señales que marquen tendencias y propósitos claros respecto a los problemas cruciales obviados.

Los pueblos saludan palabras en favor de la dignidad humana, la justicia social y la primacía del trabajo sobre el capital, pero sobre todo esperan hechos.

El nuevo Papa, en su larga hoja de vida sacerdotal misionera y en su ejercicio como Obispo y Cardenal, unió muchas veces sus palabras con la acción, y eso espera el mundo de su gestión papal; además de la plena asunción de la interculturalidad y los derechos derivados de ella, el contexto de un planeta y una humanidad realmente amenazadas de muerte por un sistema que desprecia las necesidades vitales, el respeto a su Casa Común, el decoro y la solidaridad entre los seres humanos y hacia la Madre Tierra.

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Opinión

La CIA, Mockingbird y los periodistas

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(I)

Por Oscar López Reyes

Desde 1950, tres años a posteriori de su creación -1947- la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos comenzó a instrumentalizar a periodistas para manipular y moldear a la opinión pública mundial, en una abominable labor de zapa, en el cenit geopolítico de la Guerra Fría entre dos superpotencias imperiales. Su proyecto primigenio, y el más escalofriante, ha sido la encubierta Operación Mockingbird, mediante la cual se ocultaron y tergiversaron informaciones para influir a favor de los designios norteamericanos, y desde 2019 ejecuta a gran escala una campaña de reclutamiento para difundir noticias y entretenimiento en redes sociales y plataformas streaming.

En estos 78 años, la CIA ha invertido miles de millones de dólares en el enlistamiento de periodistas anti-éticos y anti-democráticos y en infiltración en medios de comunicación para divulgar programas propagandísticos, engendrando el descrédito y la desconfianza ciudadana, así como la animadversión de adversarios en guerras.

La operación Mockingbird, que inicialmente consistió en escuchas telefónicas periodísticas sin orden judicial, fue llevada a cabo por la CIA para identificar fuentes de filtraciones de datos de alta inteligencia. Principió grabando conversaciones privadas de Hanson Baldwin, reportero de seguridad nacional del New York Times, entre el 12 de marzo y el 15 de junio de 1963, desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Las grabaciones fueron por iniciativa del presidente de Estados Unidos, Jhon F. Kennedy, luego que se incomodara por un reportaje de primera plana publicado por Baldwin (ganador del Premio Pulitzer en 1943 por su cobertura de la Segunda Guerra Mundial) en la edición del 26 de julio de 1962 del New York Times en el que, amparado en una información clasificada, revelaba el número de misiles nucleares en el arsenal estadounidense. A su vez, comparaba esos depósitos atómicos de Estados Unidos con los de la Unión Soviética, y el afán de esta última superpotencia por resguardar sus emplazamientos de misiles balísticos intercontinentales.

A seguidas, la CIA también intervino los teléfonos residenciales de los columnistas Robert S. Allen y Paul Scott (The Allen-Scott Report, publicada en unos 300 periódicos), tras estos dar a conocer secretos clasificados de Estados Unidos. Más adelante, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se incorporó a las averiguaciones y vigilancia para detectar quienes desde los organismos de inteligencia estaban infiltrando informaciones a la prensa. También produjo la intercepción telefónica a la periodista de Newsweek, Lloyd Nornam, y el secretario de Estado Dean Rusk presionó para que CBS News no difundiera un reportaje del periodista Daniel Schorr sobre el espectacular escape de ciudadanos de Alemania Oriental a través de un túnel bajo el Muro de Berlín.

Por intermedio del proyecto Mockingbird -según variadas fuentes- para divulgar propaganda proestadounidense y truquear a la opinión pública contra la influencia comunista, aceptaron ser asalariados de la CIA cientos de periodistas de The New York Times, The Washington Post, Newsweek, ABC, CBS, NBC, la revista Time, Louisville Courier Jounal, Copley News Service, la agencia internacional Reuters y otros medios de América Latina, Europa y otras regiones.

Los objetivos bien definidos de la contratación a sueldo de la red de periodistas, publicaciones, televisoras y emisoras tengo que segmentarlos en siete:

1.- Difundir relatos preescritos por la CIA, para tratar de cambiar la percepción global sobre situaciones y personas, siempre favorables a Estados Unidos.

2.- Controlar la política editorial de medios comunicativos, a través de altos ejecutivos y editores, en una novedosa interacción subrepticia gobierno-prensa.

3.- Ocultar informaciones perjudiciales o desfavorables a Estados Unidos, en una intromisión estatal sin precedentes.

4.- Inclinar la balanza para conveniencia estratégica de Estados Unidos en coberturas informativas, artículos de opinión, editoriales y otros géneros periodísticos.

5.- Contrarrestar la propaganda e influencia de la Unión Soviética, con mecanismos sofisticados de persuasión pública.

6.- Suministrar datos de inteligencia, en una típica tarea de espionaje.

7.- Detectar a agentes o empleados de organismos de inteligencia que confidencialmente suministraban informaciones a periodistas.

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El autor: Redactor principal del Código de Ética del Periodista Dominicano y autor exclusivo del libro “La Ética en el Periodismo. Los cinco factores que interactúan en la deontología profesional”.

 

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Opinión

Cuando el privilegio pesa más que el salario

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Por Isaías Ramos

En el artículo anterior, “Cuando trabajar no alcanza”, mostramos lo esencial: en nuestro país hay trabajadores a tiempo completo que, aun cumpliendo con todo, no alcanzan el costo de la canasta básica. Hoy toca cerrar el círculo con una pregunta inevitable: si el Estado asegura que no tiene margen para indexar el ISR ni para acercar los salarios a la canasta, ¿cómo sí lo tiene para blindar exenciones y subsidios que ya rondan el medio billón de pesos al año?

La comparación es contundente: alrededor de RD$19 mil millones para cumplir la indexación —lo mínimo para que la inflación no se coma el salario por la vía del impuesto— frente a más de RD$500 mil millones en gasto tributario y subsidios no focalizados. Esa diferencia no es técnica; es moral. Es un impuesto silencioso al trabajo para sostener privilegios que casi nunca rinden cuentas.

No hablamos de milagros, sino de coherencia constitucional.

Primero derechos; después privilegios.

La indexación es justicia básica; que el salario cubra la canasta es dignidad mínima. Cuando eso no ocurre, todo lo demás se convierte en una transferencia regresiva: recursos públicos arriba y salarios de subsistencia abajo.

Lo vemos en historias como la de Marta, cajera en una tienda que abre seis días a la semana. Gana el salario mínimo del tramo superior y aun así no le alcanza para transporte, alimentos y educación básica de sus hijos. Todos conocemos una Marta. Su caso no es la excepción; es el reflejo de un modelo.

Reconocemos, sin ambigüedades, que ciertos sectores han traído inversión y empleo. Pero en un Estado Social y Democrático de Derecho, la prioridad no se discute: derechos primero, incentivos después. Si un sector recibe exenciones millonarias durante décadas, la contrapartida mínima es un salario mediano por encima de la canasta y una reducción verificable de la informalidad. Y si los beneficios se justifican por su aporte, ese aporte debe comprobarse con datos públicos.

Las preguntas son simples, y las respuestas deberían serlo también:

  • ¿Cuál es su salario mediano y qué parte de la canasta cubre?
  • ¿Cuál es su aporte fiscal neto, descontadas exenciones y transferencias?
  • ¿Qué metas salariales y de formalización han cumplido —auditadas y con plazos—?

Si esas respuestas no existen, la falla no está en quien critica, sino en un modelo que evita mirarse al espejo.

Cuando miramos la región, el panorama se vuelve más claro y más crudo. Llevamos décadas creciendo alrededor de 5 % anual, más del doble del promedio latinoamericano. Sin embargo, datos del Banco Mundial muestran que menos de 2 % de los dominicanos ascendió de grupo de ingreso en una década, frente a un 41 % regional. Es una de las movilidades más bajas de América Latina: un motor económico de alta potencia montado sobre una carrocería social demasiado frágil.

A eso se suma un mercado laboral con alrededor de 55 % de informalidad, superando un promedio regional que ya bordea la mitad. Millones de personas trabajan sin contrato, sin protección y sin capacidad de negociación. Mientras tanto, el salario mínimo formal del sector privado no sectorizado —según el tamaño de la empresa— oscila hoy entre unos RD$16,000 en las microempresas y cerca de RD$28,000 en las grandes, y ni siquiera en su tramo superior alcanza el costo de la canasta familiar nacional, que ronda los RD$47,500, ni la canasta del quintil 1, situada en torno a RD$28,400. La mayoría de los trabajadores informales ni siquiera se acerca a esos montos.

Ahí está el nudo del modelo: un PIB que corre por delante del promedio regional, con salarios más bajos, más informalidad y menor movilidad que casi todos. Ahí es donde la retórica del “milagro” deja de coincidir con lo que millones viven cada día: jornadas largas, ingresos insuficientes y un crecimiento que no se traduce en dignidad.

Y, mientras tanto, la indexación —que solo evita que el impuesto castigue el salario— se presenta como inalcanzable. No lo es. Lo inalcanzable es pretender estabilidad congelando la protección del trabajador mientras se blindan privilegios que nadie revisa con lupa desde hace décadas. Eso no es estabilidad; es un subsidio a la precariedad.

La discusión no es “si hay dinero”, sino de dónde es justo que salga.

¿De quienes ya no pueden más, o de exenciones que llevan medio siglo sin evaluación seria?

¿De la nómina de la clase trabajadora, o de regímenes especiales convertidos en vacas sagradas?

En el Frente Cívico y Social entendemos que la guía es simple y está escrita en la Constitución. El artículo 62 establece, entre otras cosas, que es finalidad esencial del Estado fomentar el empleo digno y remunerado y, en su numeral 9, consagra el derecho a un salario justo y suficiente para vivir con dignidad. No es poesía; es mandato. Si el salario mediano de un sector no cubre la canasta, ese sector no cumple con la dignidad mínima. Y si además recibe exenciones, la obligación de rendir cuentas es aún mayor.

Y porque no hay dignidad sin desarrollo, no olvidemos lo esencial: salario digno es demanda interna, productividad futura y estabilidad social. Con sueldos de miseria no se construye un mercado interno robusto, no se fortalece el capital humano, no hay escalera de movilidad. Lo que se “ahorra” hoy en salarios bajos se paga mañana en menor crecimiento y mayor conflictividad.

En una frase: un país que se respeta no pone el privilegio por encima del salario, ni el incentivo por encima de la dignidad. Cuando la política honra esa jerarquía, la estadística deja de ser consuelo y se convierte en vida vivible.

Despierta RD

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Opinión

La Corte Penal Internacional y los Tribunales Penales Internacionales  (1 de 2)

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Por Rommel Santos Díaz

A diferencia de la Corte Penal Internacional, cuyo estatuto es el resultado de varios años de debates y de la Conferencia de Plenipotenciarios, los tribunales Ad –Hoc para la Ex Yugoslavia  y Ruanda  son la expresión de una respuesta a dos situaciones específicas caracterizadas por la comisión de atrocidades en el territorio de estos países.

Fue precisamente la gravedad de las circunstancias lo que obligó al Consejo de Seguridad a ejercer las atribuciones que le confiere el  Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas para crear las jurisdicciones penales Ad – Hoc para la Ex Yugoslavia ( Resolución  827 de 1993) y para Ruanda (Resolución 955 de 1994)

En estos casos, ambos tribunales tienen virtualmente estatutos idénticos y también compartieron algunas instituciones comunes, como  por ejemplo el Fiscal, dado que a partir del 15 de septiembre del 2003, el Consejo de Seguridad designo a Hassan Bubacar Jallow como Fiscal del  Tribunal Penal Internacional  para Ruanda.

La Fiscal Carla Del Ponte ejerce su competencia exclusivamente en relación al Tribunal Penal Internacional  para la Ex Yugoslavia. Las características comunes entre ambos tribunales han tenido como consecuencia, al menos en el ámbito teórico, la economía y uniformidad en el ámbito fiscal  hasta el año 2003 así como en el desarrollo de una línea jurisprudencial sólida y constante en el análisis de sus respectivos casos.

De esta forma la creación de dichos tribunales Ad-Hoc constituye un desarrollo sin precedentes a favor de la implementación de las normas sobre derechos humanos que a su vez ha favorecido una dinámica positiva en el proceso de creación de un sistema de justicia penal internacional  que se concreta casi una década después con el inicio de las funciones  de la Corte Penal Internacional.

Por su lado el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda fueron creados por resoluciones del Consejo de Seguridad en virtud de las cuales son considerados como órganos judiciales subsidiarios del mismo.

Se ha establecido que aun cuando fueron creados por el Consejo de Seguridad, el cual no es un órgano judicial, esto no afecta la validez del acto jurídico de creación puesto que ambos son el reflejo del ejercicio del mandato del principal órgano de las Naciones Unidas  para mantener la seguridad y la paz internacional.

Esta línea de razonamiento concuerda con la establecida por la Corte Internacional de Justicia en su Opinión Consultiva sobre los efectos de las compensaciones concedidas por el tribunal administrativo de las Naciones Unidas de 1954.

Por tanto, mientras la Corte Penal Internacional es un tribunal internacional independiente, el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda son órganos judiciales subsidiarios del Consejo de Seguridad Conforme al Artículo 2 del Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional mantiene relaciones de cooperación con el sistema de de las Naciones Unidas, pero ello no afecta su  independencia con respecto a dicha organización internacional.

Rommelsantosdiaz@gmail.com

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