Lo narrado por el mayor Raúl Girón Jiménez nos pone en una situación más que preocupante de lo que pasa en el estamento policial y militar de la República Dominicana.
Han sido unas delaciones que lleva a cualquier ciudadano a preocuparse por lo que ocurre en este pedacito de tierra desde hace décadas.
Son inconductas permanentes y recurrentes que impactan a una nación que impide el logro de un desarrollo sostenible o sostenido y que la generación de riquezas no va hacia la inversión en renglones tan importantes como la salud y la educación.
Se trata de una verdadera epidemia que amenazan los cimientos de nuestra economía, porque son muy numerosos y variados los grupos que se dedican a estos menesteres ilegales que lesionan la salud de la nación.
Se trata realmente de un problema integral que está dentro de todas las instituciones públicas y también de las privadas, porque en realidad hay una verdadera coalición para la comisión de este tipo de crimen en contra de la patria.
Son miles y miles de millones que circulan por el sendero de la corrupción administrativa, lo cual mata el futuro de nuestra gente, sobre todo de exigir mejores servicios públicos porque el dinero que paga de impuestos termina en las garras de ese monstruo de mil cabezas.
Se impone felicitar al mayor Girón por haberse arrepentido de los errores cometidos, pero más que eso de atreverse a denunciar una red que involucra a personas con un gran poder en instituciones tan vitales para la seguridad nacional, porque el que practica la corrupción no tiene vías predilectas, por lo que muy bien puede sustraer dinero de los contribuyentes y de igual modo tomar aquel proveniente del bajo mundo, de las drogas.
De manera, que este cuadro presentado en la audiencia del caso Operación Coral dice claramente que estamos peligrosamente amenazados, porque estos delincuentes se apoyan en algo que es realmente intocable como es la seguridad nacional.
Los que prefieren la delincuencia dentro de la Policía Nacional y de todos los cuerpos castrenses tienen un margen muy importante para evadir su responsabilidad en los hechos cuando se apoyan en la seguridad nacional.
Es prácticamente un recurso que tiene, sobre todo en el ámbito policial y militar, pocas posibilidades de ser tocados cuando se busca desarrollar una investigación por parte del Ministerio Público para determinar ilícitos como los denunciados durante la audiencia de este escandaloso caso.
Ojalá que se pueda sentar un precedente para evitar que estas cosas no sigan su curso, porque como muy bien lo dijo en su testimonio el mayor Girón, los imputados aun desde la cárcel continúan recibiendo grandes cantidades de dinero de su red mafiosa.