La última información sobre las revelaciones de los que distribuían dinero de corrupción en Brasil y toda latinoamérica, se ha encargado de hacer el mejor desmentido al presidente Danilo Medina cuando se quiere presentar ante la población como el gran inocente de lo que ha pasado con Odebrecht en el país.
Es interesante preguntarse si Medina sabía que la llamada Oficina de Operaciones Estructuradas de Odebrecht fue trasladada su operación hacia la República Dominicana a mediado del año 2014, es decir, dos años después de que el jefe de Estado dominicano tomara posesión.
No parece una casualidad ni un capricho de los que se encargaban de distribuir coimas en los países latinoamericanos donde operaba la corrupta compañía, el traslado de su centro de operación a la República Dominicana, a fin de corromper políticos de Colombia, Perú, Venezuela, entre otras naciones
Decíamos en un editorial anterior que el presidente Medina se quiere vender como un santo y que incluso promueve la idea de que Odebrecht no bien llegaba a tierras dominicanas cambiaba su forma o política de conseguir contratas públicas, lo cual no se lo cree nadie.
Siempre hemos dicho que lo importante de este escándalo es que su dinámica está determinada por lugares donde prevalece un mayor nivel de institucionalidad que en el país, cuya transparencia permite que se conozcan muchas cosas que en una nación presidencialista como la República Dominicana muy difícilmente salgan a la superficie.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil ha sido el que ha difundido la revelación hecha por algunos de los involucrados, en cuya información se explica la mudanza hacia la República Dominicana del departamento de Odebrecht que distribuía el dinero a los corruptos, lo cual nos dice que en el país ha circulado mucho más recursos robados, tanto del erario nacional como de los de otros países latinoamericanos.
En la medida que el proceso avanza en el Brasil y en otros países latinoamericanos más embarrado queda Danilo Medina, el hombre que proclamó que llegaría a la presidencia de la República Dominicana para transformarlo todo, apoyándose en una supuesta ética que sólo ha existido en su fingido discurso.
Sin embargo, a pesar de lo contundente de las pruebas que se aportan fuera del país, pero que involucran a la República Dominicana, sólo la fuerza y la capacidad del Movimiento Verde podrán provocar una sanción a los corruptos del caso Odebrecht.
De lo contrario pasará lo que se estila en la República Dominicana, imponerse una impunidad que nos daña a todos.
Absolutamente a todos.