Nadie puede negar que la República Dominicana tiene una composición social fundamentalmente pequeña burguesa.
Este fenómeno, que está asociado al poco desarrollo de la fuerzas productivas que tuvo el país, lo cual está ampliamente explicado por el profesor Juan Bosch en su obra la Composición Social Dominicana, ha condenado a la República Dominicana a una serie de antivalores que se convierten en una retranca para el desarrollo nacional.
La pequeña burguesía es despiadada en su comportamiento y no tiene miramientos cuando de buscar lo que le interesa se trata sin importar a quien dañe.
Pero en la realidad, los problemas actuales de la sociedad dominicana no parten necesariamente de un análisis de este fenómeno, sino que en esta circunstancia el país debe procurar resolver el grave problema ético-moral que se lo come vivo.
En tal virtud, se debe procurar juntar a todo el que quiera adecentar la vida nacional, cuya lucha al respecto no es exclusiva ni de la izquierda ni de la derecha.
Por eso, sin lugar a dudas, las elecciones nacionales del próximo 17 de mayo tienen que convertirse en un mecanismo para que ocupe un espacio de poder todo el que tiene una indudable vocación de servicio.
Raquel Peña, por su trayectoria y entrega, encaja perfectamente en la lucha del momento que demanda que tanto los pobres como los ricos se unan para antes que nada sacar el país del lodazal moral en que se encuentra.
Sin importar su sitial en la pirámide social se debe procurar que la República Dominicana sea una nación más decente y habitable, donde predomine un verdadero estado de derecho, el cual prácticamente ha desaparecido del escenario nacional.
Además, los dominicanos, los de abajo y los de arriba, deben convertir a la República Dominicana en una sociedad donde predomine la igualdad de oportunidades y el bien común y en ese contexto es que luce muy atinada la decisión de Luis Abinader con la escogencia como compañera de boleta de Raquel Peña, porque será un puente para conciliar intereses y para procurar el apoyo que se necesita para que el Gobierno dominicano haga una mayor inversión social para la satisfacción de necesidades sociales.
En estos momentos el país no tiene otra posibilidad que darse un gobierno que saque del atolladero en que se encuentra el país con una administración de la cosa pública que podría llevar a la República Dominicana al avismo.
Saludamos la escogencia de Raquel Peña como candidata a la vicepresidencia de la República en la boleta del Partido Revolucionario Moderno (PRM), porque ella crea un puente que no existía con sectores muy importantes de la vida nacional.