Desde el mismo momento de la emisión de la sentencia del Tribunal Constitucional han habido reacciones que buscaban quitarle autoridad al órgano extra poder porque se trata del surgimiento de una forma de romper con el monopolio o control de los partidos políticos en todo el sistema institucional del país.
La ofensiva ha sido tan osada que hay legisladores que han caído en una serie de posiciones contrarias al estado de derecho que en estos tiempos arropa a todo el mundo.
A propósito de la sentencia TC/0788-24 se han escuchado los disparates más inconcebibles para buscar justificar lo que no tiene asidero en un estado social democrático y de derecho.
Lo peor de todo es que los grandes diarios que tanto hablan de libertad de expresión y difusión del pensamiento son los primeros aliados de los que no tienen la razón, como si en realidad poco les importara lo que supuestamente siempre han defendido.
Esto así, porque las posiciones de fondo de los que defienden las candidaturas independientes resulta altamente difícil que sean publicadas por los palaidines de la libertad de prensa.
De cualquier modo, este lunes a partir de las diez de la mañana en el salón Hugo Tolentino Dipp de la cámara de diputados se produce un episodio muy importante para defender esta figura jurídica, que sin bien no es una panacea al sistema político desacreditado y corrompido del país, sirve para que la democracia sea más participativa y pluralista.
Nadie ignora que los partidos políticos son los dueños del sistema, no sólo legal, sino también electoral y ello le otorga la autoridad de provocar grandes sufrimientos a la gente a través de una gestión pública bañada de corrupción administrativa.
Hay una expresión que dice que los derechos no se mendigan, sino que se arrebatan y en esa virtud se impone acudir al congreso nacional a rechazar los criterios de los que creen que pueden robarse el patrimonio público y negar la oportunidad de producir cambios importantes en la democracia dominicana en momentos en que esta atraviesa por una profunda crisis de credibilidad.
El momento es oportuno para que se escuche la voz de un pueblo que ya no soporta más atropellos de los que tienen el control del Estado y cuyas políticas sólo están dirigidas a provocar mayor deterioro de la vida institucional de la nación.
Mientras tanto, las candidaturas independientes ya son una realidad que están avaladas por una sentencia que tiene el carácter vinculante y de lo irrevocablemente juzgado.
De lo que se trata ahora es de establecer las regulaciones que son propias del régimen legal, pero estas nunca pueden vulnerar el derecho, valor y principio de igualdad, porque entonces el país se colocaría en una seudo constitución y un estado de derecho que sería una falsa.